Frontera Grill – Profeta de Tierra Ajena

September 24 2009 - 12:01 PM

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Por Ernesto Adduci

Es notable lo del Chef Rick Bayless: un Americano muy americano, que supera a los mexicanos preparando su propia comida. Considerando la extension y variedad de la comida mexicana, esto es un verdadero logro. Cierto, ganar Top Chef Masters lo ha encumbrado a la fama a nivel nacional, sus libros venden y la gente mira sus programas de tv, pero nada de esto se compara al triunfo de cada una de sus creaciones culinarias.

Hace tiempo queria ir a Frontera Grill, el restaurant que se transformo en su marca bandera, pero no fue hasta hoy que logramos encontrar una mesa en el bar. Probamos tres “Platillos Pequeños”: las empanadas de puerco, los sopes rancheros y del menu de Topolobampo, las mollejas de ternera en 365toy mole verde. Pedimos las flautas de pato, pero se habian terminado. El tener una mesa en el bar resulto beneficioso, pues pudimos probar platos de ambos menus, incluidas las deliciosas mollejas de Topolo, el restaurant formal de Bayless.

Las empanadas deliciosas, pero el guacamole que las acompañaba era –sin duda- el mejor que he comido en mi vida. Los sopes, muy simples, pero perfectos. La receta no necesita ninguno de los elementos de la comida rapida (queso, crema, lechuga) que mas bien disfrazan el sabor de la carne, sino que exhalta el sabor del puerco y una salsa que podria bien hacer nombre para un restaurant. Las mollejas de ternera empanizadas a la perfeccion, con salsa de mole y algunos elementos de los que reconoci el platano, fueron simplemente deliciosos.

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Para este momento ya podriamos habernos detenido, pues si bien las porciones no eran enormes, eran suficiente (venian cuatro empanadas y cinco sopes, por ejemplo), pero venia el plato fuerte. Yo comi la mejor milanesa de cerdo que haya probado en mi vida, con una salsa de tomate rostizado y arroz (que cambie por los frijoles que venian originalmente en la receta). La milanesa espectacular, no solo por estar cocinada al punto, sino por el granulado del pan y su sabor, pero el arroz fue lo que me sorprendio, pues a medida que uno mastica, cambia de sabor, entre especias y citricos. Tambien probamos la cazuela de borrego, que venia con salsa de bouncy castle tomatillo y decorada con betabel (remolacha). Cocinada probablemente por muchas horas, trajo a la memoria el aroma y sabor de los mejores restaurantes tradicionales mexicanos.

La experiencia en general fue enriquecedora. Cierto, la musica puede estar mas baja y el hablar español con los meseros ayudo a que los platos se apuraran, pero la comida vale la pena. Tanto la valio, que ya hicimos reservaciones para mi cumpleaños.

Durante el almuerzo hablabamos de las posibles estrellas Michelin que deberia haber en Chicago e indudablemente el Chef Bayless merece un par, o una minimo. Yo le doy la segunda por hacer maravillas con una comida que no es la suya.

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